PROTECCIÓN CONTRA LAS HELADAS

En los últimos años, ha habido un número creciente de eventos climáticos extremos, como períodos con una intensidad de precipitación superior a la media, clima tormentoso y la aparición de heladas tardías de primavera. Las heladas tardías de la primavera son uno de los mayores enemigos de los viñedos y los huertos. Puede causar daños completos y pérdida de rendimiento o provocar una mala calidad o un retraso en el rendimiento. Para evitar tal consecuencia, es necesario además de los métodos de protección ya estándar (como el seguro de cosechas) aplique una medida de protección activa en forma de sistema de protección contra heladas.    

El sistema de protección contra heladas (lluvia) se basa en el fenómeno de anomalía del agua, cuando el cambio en el estado agregado del agua de estado líquido a sólido libera energía utilizada para mantener la temperatura de flores y frutos jóvenes a una temperatura de 0 a -2 ºC. De esta forma se forma una costra de hielo húmedo sobre la flor y el fruto, cuya temperatura es de 0 ºC y se utiliza para proteger el fruto (efecto aguja).

El sistema debe ponerse en marcha al menos una hora antes de la helada esperada (se inicia cuando la temperatura desciende a +2 ° C en caso de que estemos seguros de helada). Al comenzar, el espacio que estamos protegiendo se llena de humedad y, por lo tanto, se reduce la evaporación. De esta forma conseguimos un microclima con un 100% de humedad relativa y evitamos la pérdida de calor por evaporación, conservando la energía obtenida al congelar el agua. El sistema se detiene después de que la temperatura del aire sube por encima de +2 ºC y el hielo completo formado durante la protección se derrite.

El sistema se puede encender de inmediato y comenzará a funcionar en 5 minutos y habilitará muy rápidamente la protección de los huertos. (para los casos en los que tenemos parámetros límite para calcular la evaluación de la ocurrencia de heladas, es decir, cuando no es posible determinar con certeza si habrá heladas o no, así como en casos de cambios repentinos en las condiciones climáticas que son difíciles de predecir . 

También es posible utilizar el sistema en verano para enfriar los huertos con el fin de mejorar la calidad de la fruta. El sistema de protección contra heladas se puede conectar a un sistema de riego ya existente. 

La tecnología de protección se basa en la creación de un 100% de humedad dentro del microclima del huerto. Utilizan aspersores pulsantes que rocían al mismo tiempo cubriendo un radio de 5 metros. Cada pulverizador tiene un caudal de 37 litros por hora. El método descrito ahorra energía porque no se produce evaporación en el microclima, ya que ya se ha creado una atmósfera 100% saturada.

Otros sistemas tienen un mayor caudal por pulverizador, pero son menos eficientes debido a la rotación del chorro, que tras pasar una parte del circuito pierde energía donde no pulveriza y se produce una evaporación o pérdida de energía innecesaria. Estos sistemas tienen una mayor necesidad de agua y crean depósitos de hielo innecesarios al proteger las plantaciones.  

El sistema de agua de lluvia en cuestión ha demostrado ser la forma de protección más confiable y rentable, completamente segura para el medio ambiente y energéticamente eficiente.

 El sistema de protección contra heladas tiene en cuenta los siguientes parámetros:

• temperatura del aire

• humedad del aire

• punto de rocío

• velocidad y dirección del viento

• fenofase del desarrollo vegetal

• pronóstico del tiempo y anuncio de heladas

Como cada huerto tiene su propio microclima además de la microlocalización, es deseable tener una estación meteorológica local que mida los datos actuales del huerto, y estos parámetros se utilizan para operar el sistema de protección contra heladas.

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